Por Guido Mikielievich
Maik Miroux ha trazado un viaje tan inesperado como auténtico. Su historia no comienza en una cabina ni entre sintetizadores, sino tras una mudanza, una ruptura y una isla mágica llamada Ibiza.
En esta entrevista exclusiva para Katársis Electrónikca , el DJ y Productor español nos abre las puertas de su universo creativo: un mundo donde los nombres de los tracks nacen antes que las melodías, donde las coincidencias se convierten en homenajes, y donde la improvisación es tan vital como la técnica. Con lanzamientos en sellos de renombre y el respaldo de figuras como Solomun o Dixon, Maik es prueba de que la música electrónica es más que un género, puede ser un destino.
¿Cómo comenzó tu pasión por la música electrónica y qué te llevó a convertirte en DJ y productor?
Curiosamente, empecé tarde. No era la música que me gustaba. Venía del mundo del rock, tocaba la batería y tenía otro enfoque. No entendía la música electrónica.
Fue un viaje, literalmente. De hecho, fue una mudanza. En 2013 vivía en Londres y, tras una ruptura, terminó en Ibiza, algo que no esperaba. Pasé tres años en Londres y de repente me encontré en la isla. Allí empecé a salir de fiesta, a visitar lugares de electrónica y a comprender poco a poco este mundo. Y claro, qué mejor sitio que Ibiza para enamorarte de este sonido.
Ese año volví a Londres, donde empecé a formarme ya sumergirme en la escena. Luego regresé a Ibiza al otro verano, después otra vez a Londres y nuevamente a Ibiza. Así fue como todo comenzó realmente en 2013.
¿Tienes algún proceso creativo especial a la hora de producir un track?
Normalmente, siempre hay un track que me inspira y del que tomo alguna idea para hacerla mía. Básicamente, todo empieza por ahí. Otras veces, una melodía me viene a la cabeza ya desde ahí le añado ritmos y voy dando forma a la idea.
Una vez, incluso, empecé por un nombre. Por ejemplo, con Kebab House tenía claro el título, así que la idea era hacer un tema house y meterle elementos que evocaran la temática del kebab.
¿Cómo vienes con ese proceso?
El día 20 de febrero sacó un remix llamado Los hijos de Antonio , que es un tema que publiqué el 21 de noviembre. Dio la casualidad (de verdad, sin saberlo) de que ese mismo día falleció Antonio Escohotado, a quien dedico esta canción.
Escohotado fue un filósofo español y uno de los fundadores de Amnesia Ibiza, que es precisamente donde empecé. Todo tiene un sentido increíble.
En una entrevista, Escohotado comentó que llegó a Ibiza por casualidad, igual que yo, y terminó viviendo allí 12 años, justo los mismos que llevo yo, desde 2013. Todo cuadraba: su filosofía, su forma de ver la vida y también su visión sobre las drogas.
También saqué un remix con Alex Sosa, mi compañero de estudio, el 20 de febrero. Tiene un toque más afro.
Otra bomba que lanzaré, aunque no sé cuándo exactamente, es un tema que hice con Alex Sosa también: Cowbells For Breakfast. Saldrá en Disco Halal, uno de mis sellos favoritos. Es un sueño hecho realidad, y es un tema en el que llevo más de un año trabajando. DJs de primer nivel ya lo han pinchado, como Solomun, Mano Le Tough, Jimmy Jules y Adam Ten. Ahora saldrá para todo el mundo, no sé exactamente cuándo, pero pronto.
Hay más cosas en proceso. Llevo muchos meses trabajando en el estudio. Y mi música está empezando a sonar por ahí. El otro día Dixon agregó un tema mío de hace 5 años a su playlist de Track IDs. Aún no me lo puedo creer. No entiendo cómo pudo llegar a ese tema. Yo nunca se lo mandé. Pero ahí está la magia de un auténtico maestro. Un DJ en la búsqueda constante de sonidos nuevos. Y parece que mi remix de Kalamata captó su atención en ese océano infinito de canciones. Todo tiene sentido por momentos como este.
¿Recuerdas tu primer set en un club? ¿Cómo fue esa experiencia?
Ahora mismo no recuerdo exactamente cuál fue mi primer set en un club. Lo que sí sé es que empecé en Experimental Beach, un beach club increíble en Ibiza. Ponía música todos los días durante seis horas, justo en la puesta de sol. Ahí me curtí, creando atmósferas y musicalizando momentos mágicos en Ibiza. Son recuerdos imborrables.
¿Cómo es la energía del público en Lula y cómo influye en tus sets?
Depende. Nunca sabes con qué te vas a encontrar. Me he encontrado con noches en Lula llenas hasta la bandera y otras con muy poca gente. También me ha tocado abrir sesiones, lo cual no es fácil, pero tampoco imposible. Empiezas con la sala vacía y creas la atmósfera, y eso me encanta.
Todo el mundo quiere pinchar con la sala llena, que es lo más emocionante, pero abrir y cerrar una sesión tiene su propio encanto. Como casi siempre abro o cierro, nunca sé qué me voy a encontrar, así que hay que tener mucha habilidad para improvisar y llevarlo a tu terreno, siempre leyendo la pista de baile. A última hora la gente se va, así que hay que saber variar el repertorio. Si algo no funciona, hay que recular y probar otra dirección.
Son muchas noches ya, y la experiencia se nota. La gente influye, pero no puedes prepararlo todo de antemano: tienes que adaptarte sobre la marcha.
¿Cuál es el futuro que depara a Maik Miroux en estos meses?
Pues justo ahora me pillas haciendo las maletas. Me voy un mes de gira. Colombia y México. Y tal vez agregue alguna fecha en otro país. O tal vez no vuelva nunca. Jajajaj. México es un país que me ha estado llamando durante muchos años. Tal vez toda la vida. Voy a tocar en lugares increíbles como Looloo en CDMX, Luzy Boom en Guadalajara o Vagalume en Tulum. También en Puerto Vallarta en un club que solo puedes acceder por barco…. ¿No está mal no? Pero bueno, el verano me llamará y para mí, verano es Ibiza. Y se vienen fechas muy importantes que anunciaré pronto. Muchas ganas de todo.
¿Cuáles fueron tus principales influencias musicales al inicio de tu carrera?
Tengo muchas influencias. El director era Sven Väth. En Ibiza, iba los lunes a Cocoon , sus fiestas en Amnesia, y ahí empezó todo. Al principio, mis referentes eran Sven, Dixon y Solomun, y hoy en día siguen siéndolo.